Se proponen una serie de cambios en la economía para que el dinero no sea determinante. Pero también se proponen una serie de conceptos que cambiarán las formas de relacionarnos. Por eso la competencia, el manejo del poder, el abuso y otros defectos del presente, dejarán sin efecto la importancia del dinero.
En cuanto logremos la costumbre de transparentar las economías generales e individuales, se iniciará un proceso de aportes con el objetivo de lograr equilibrios de beneficio general.