Si queremos un futuro del mejor relacionamiento, del respeto a los acuerdos, de la consideración de los demás, de una numerosa socialización, de un cambio en la beligerancia y del buen uso de la tecnología, debemos comenzar a cambiar todos los conceptos de la formación desde el vientre, hasta nuestros últimos días de vida. Por eso se pone énfasis en que todo lo que mejorará la especie será parte de la 'Buena Educación'. La evolución estará basada en un nuevo concepto educativo.

 

 

Una de las mayores preocupaciones que debe soportar la humanidad es el sistema educativo actual. Basado en una costumbre arrastrada desde principios de la historia, dándole forma a la organización social con la evangelización como instrumento, costumbre generalmente utilizada por sistemas verticales, por dogmas cerrados que definen la estratificación social con argumentos de ideales sin discusión.

Ya se dijo hace años que el sistema educativo es una ampliación del cuartel militar. Es donde se aprende a respetar las “leyes”, más bien la autoridad, con un bajo aprendizaje del espíritu de las leyes y con énfasis especial de la sumisión. Desde ese concepto inicial, nos estamos distanciando de las bases de la democracia. 

 

 

Es fácil predecir que en el futuro todo el conocimiento estará en las bases de datos, incluso los últimos adelantos y descubrimientos, estará al alcance de todos y será accesible sin ninguna restricción.

En el futuro la educación no se limitará a un periodo, o bien a una cierta edad, estará extendida en el transcurso de toda la vida. Cada individuo dedicará el tiempo que le convenga, existirá la completa libertad de recibir y ofrecer educación y nadie tendrá que pagar por adquirir conocimiento. El intercambio de ideas sobre la educación será permanente.

En el futuro habrá la costumbre de atribuir la ‘mala educación’ como aquello que identifica a los males de una buena organización entre individuos, se considerará que la educación es parte de la responsabilidad de todos y no solamente de algunos educadores.

 

 

Los nuevos educadores serán intermediarios entre las bases de datos y los aprendices, serán promotores de las reuniones y respetuosos de la libertad. Su propia educación tiene arraigada como principio, el mejor ejercicio de la libre costumbre, del compromiso social y rechaza la influencia perniciosa, marcadora de los traumas de la infancia, como la promoción del temor, la supeditación a las jerarquías y en general la afectación a la educación de la libre determinación.

La enseñanza es lúdica y no exigida. Desaparece el profesor como dirigente, superior o benefactor, para convertirse en un organizador que promueve los ejercicios de interacción con los demás, lo que lleva a los infantes a tomar consciencia y manejar la libertad desde sus primeros años. Desaparece la educación como factor para lograr poder, nadie es más ni menos por el conocimiento, no hay héroes ni líderes, hay aportantes, interesados en lograr objetivos comunes y la participación se convierte en un valor reconocido.

El uso del internet será como un muy importante derecho humano, pues de su accesibilidad dependerá en gran parte la libertad y la igualdad entre individuos. Entonces podemos afirmar que toda la humanidad y cada individuo tendrá su acceso y por tanto a todo ese conocimiento. Esa educación dependerá de cómo conceptualizamos la VIDA en el futuro.

 

 

1. La educación de relacionamiento, de interactividad con el resto, no se encuentra en el espacio virtual. Se experimentará ejercicios para promover la reunión con ejercicios presenciales de acercamiento físico.

2. Realizar ejercicios que den más importancia a la convivencia entre individuos que a la adquisición de conocimiento.

3. Análisis y practicas de las nuevas tecnologías que eliminen la costumbre del relacionamiento a través del poder.

4. Desarrollar sistemas auto educativos que independicen del profesor convencional.

5. Enumerar con ejemplos todos los casos que pertenezcan a la ‘mala educación’.