La apuesta para un futuro con todos los acuerdos necesarios de convivencia, está planteada por un sistema de organización eficiente, participativo, democrático y que deja en las decisiones de los diferentes grupos humanos el futuro bienestar o malestar. El proyecto está basado en la propuesta de que la interrelación se asemeje al funcionamiento del cerebro, no como un ente con diferentes compartimientos, sino como una red de influencias de sus componentes.

Cada uno percibe la igualdad desde su punto de ubicación. Para cada uno es distinta, pero tanto el uno como el otro concepto dependen del pensamiento del entorno, básicamente existimos en tanto existen los otros. Por eso, lo que se puede pretender de una sociedad es un sistema que permita ejercer la desigualdad y la libertad mediada solamente por las individualidades de los demás, aquellas que nos obligan, por una percepción de relacionamiento a mostrar nuestra propia existencia.

 

 

Desde el inicio de la historia hasta el presente se ha promulgado la separación de la sociedad porque se supone que de esa manera es más fácil organizarla, o bien dominarla. 

También se ha hecho costumbre masificar las ideas reduciendo la participación y logrando que los individuos se aíslen en su esfera de mezquinas propiedades y comodidades. Tenemos una sociedad donde se practica y se propone diariamente la ideología que promociona el quemeimportismo social como valor primordial de su propio funcionamiento.

En el futuro se espera que el individuo no camine por la vida cargando culpas y a consecuencia de ellas, compadeciendo o pretendiendo convertirse en benefactor, sino que su conciencia como participante de toda la red humana lo libere.

 

 

En el futuro se discriminarán conceptos, no personas. Las ideas y propuestas van cambiando. Se propone un sistema que por si mismo vaya desarrollándose y mejorando con el aporte de todos los habitantes de la tierra. De esa manera se evitarán determinaciones estáticas que, como sabemos en muchos casos, han sido un freno para el avance de la sociedad en general.

El futuro nos asegura un bienestar sin guerras, conflictos o delincuencias, pues en ese mundo compartido por todos los entes sociales tendrán una organización que irá mejorando los conflictos hasta reducirlos al mínimo.

Irá en aumento la convivencia y el relacionamiento con todos, eso nos hará compartir los planteamientos para lograr cada vez una mejor sociedad; esa que vaya superando a través de los años la cultura del poder, es decir, la cultura que nos divide.

 

 

Aprovechando las nuevas tecnologías se promoverá el respeto al consenso, por que en el futuro eso remplazará las atribuciones que se arroga el Estado. De la misma manera se promueve el análisis de cualquier hecho contra la libertad. La garantía de que todo el mundo pueda convivir en forma orgánica, pacífica y desarrollándose es la costumbre de saber consensuar, participar y democratizar las acciones de toda la sociedad. Es necesario que exista un sistema de convivencia y comunicación que siempre esté renovándose, un sistema que se basa en la participación de todos.

Sabemos que nunca existirá el ideal de sociedad, pero desde ahora a la eternidad, siempre será mejorable y para eso toda novedad debe incluir en su interior los antecedentes, la memoria total de las bases de datos.

No podremos mejorar nuestra sociedad si no determinamos cómo será la ORGANIZACIÓN en el futuro.

 

1. El sistema de justicia mejora la sociedad, pues no tiene sentido el castigo a un individuo si la sociedad en general no adquiere una experiencia que beneficie a las generaciones que vendrán. Por lo que se realizan organizaciones que estudien los diferentes casos.

2. Crear sistemas de búsqueda cuya organización nos lleve a ubicar de la mejor manera el tema del conflicto. De esta manera todos tendrán en las bases de datos los recursos suficientes para encarar las soluciones.

3. Incentivar los observatorios que nos informen de las diferentes culturas para tener referencias de las mejores formas de relacionamiento en diferentes tiempos y lugares.

4. Promover incentivos que relacione el funcionamiento de la sociedad con el funcionamiento de la naturaleza.